Capítulo 9: Cartas



Carta de Samantha Lisicki a Randy Utah. Diciembre de 2012 (6 días después de conocerse en el autobús).

Hola Randy:

Como te habrás dado cuenta (y si no lo has hecho, esta carta no tiene sentido, jajaja), he faltado a las 2 últimas clases de español. Ó sea, desde nuestro encuentro. No estoy segura de con cuánta intensidad te has preguntado el motivo de mis ausencias. El motivo eres tú.
¿Sabes? Le he dado muchas vueltas a nuestra conversación en el autobús el otro día, y aunque no nos dio mucho tiempo a hablar, lo poco que te dije iba en serio. Creo que lo sabes. No era ningún vacile (y mira que me gustan, jajaja). Fue extraño porque no hablo de esas cosas con nadie, pero contigo…no encontré ningún impedimento. Los escondrijos, el buen rollo, la exposición al mal rollo y sus consecuencias…tú pareciste captar la esencia de mi mensaje. Bueno, no es mi mensaje. Yo no soy (ni quiero ser) ninguna profeta ó gurú de nada. Solo trato de interpretar las cosas del mundo, y a falta de alguien que me enseñe a interpretarlas, pues sigo mi propio criterio. Solo es eso.
Me estoy enrollando un poco…
Como te decía, pareciste entender de lo que te hablaba, y eso me sorprendió. Incluso casi me asustó un poco. Y bueno, he pensado mucho estos días (demasiado seguramente), y al final he decidido que quiero conocerte. Es decir, conocerte más y mejor. ¿Tú qué dices?
Voy a pedirle a mi amiga Susan Quinzano (Susie Q para los amigos, jaja) que te entregue esta carta, esta declaración de objetivos, cuando salgáis de la clase mañana (¡espero que vayas!). No sabía si decírtelo en persona ó escribirte. Al final me he decidido por la carta; no quería que te sintieras avasallado ó contra la espada y la pared, si te lo decía en persona.
Así que nada; la pelota está en tu tejado. Yo volveré a clase la semana que viene.
Espero ser, al menos, digna de que me respondas, sea cual sea tu respuesta, y de la forma en que sea.
Un saludo, Sam.

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Carta de Randy Utah a Samantha Lisicki. Diciembre de 2012 (7 días después de conocerse en el autobús).

                Para Sam:

                Te escribo estas líneas mientras estoy -en cuerpo, no en mente- en clase de español. Susie Q (¡ya tengo su permiso para llamarla así!) me ha dado tu carta al empezar la clase, hace solo 15 minutos.
                Ufff...¿por dónde empezar? Jajaja. Empezaré por cómo me siento. Y me siento...¡de puta madre! ¡Ohh síí! Ja, ja, vale, ya me tranquilizo. Tú has sido sincera en tu carta, y yo también lo seré en la mía (no porque tú lo hayas sido -que también-, sino porque soy así). Nuestro encuentro en el bus no fue del todo casual. Yo empecé a cogerlo solo para coincidir más tiempo contigo, y saber cosas de ti. Es verdad que su recorrido me deja cerca de mi casa. Pero en condiciones normales prefiero andar. Así que, técnicamente, te estaba espiando. Y es que desde la clase en la que el profesor nos hizo presentarnos, me llamaste muchísimo la atención. No solo físicamente. También intuí algo en ti que no se ve a simple vista. Y en el autobús mi intuición se convirtió en certeza. Es la primera vez que siento esta sensación: la sensación de preferir estar con alguien antes que sólo conmigo mismo.
                Espero que estas 3 clases a las que has faltado, no te jodan el curso. ¡No faltes a la siguiente! ¡Además, esto es una puta mierda sin ti! Cuando he visto que hoy tampoco estabas, he pensado que habías dejado el curso, o que estabas enferma. Pero de repente, me viene Susie Q, se presenta y me da tu carta. ¡¡¡Fiiuuuuuu!!! Jajaja. ¡De la nada al todo!
                Sobre lo que hablamos en el bus, sabía que no me estabas vacilando. Raro de cojones, sí; vacile, no. Estoy deseando conocer más a fondo esas teorías tuyas. Por ejemplo, eso de que los obesos no pueden encontrar los escondrijos (una cosa es que no quepan en ellos, pero ¿por qué son incapaces de hallarlos?). Pero bueno, ya hablaremos de eso.
                Así que nada, me alegro mucho de haberte despertado curiosidad en mí. Te veré en la siguiente clase, y luego podemos ir a tomar algo al Starbucks, ¿no? Ahora voy a darle esta carta a Susie Q para que ella te la dé. Muy maja tu amiga. Si está soltera dentro de un par de años, hacemos de celestinos y la juntamos con mi hermano Ralphie. Ahora mejor no, porque él está en la edad del pavo, rompiendo retrovisores a patadas cuando bebe, meando en cualquier sitio excepto en retretes...Y yo no puedo ser muy severo con él porque también hice mis pinitos en eso...jajaja.
                Nos vemos pronto.
                               Firmado: Randy Utah

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